sábado, 9 de abril de 2016

Poema

LA TIERRA PROMETIDA


Para esquivar del hambre la embestida
hubieron de dejar su amada villa;
que allí donde hay trabajo el oro brilla
y es donde está la tierra prometida.

La norteña Vizcaya fue elegida,
y en ella cultivaron su semilla,
y un haz de mies, madura y amarilla
colmó el afán de aquella nueva vida.

Como mejor bagaje a su aventura,
se llevaron costumbres y cultura
para batir la base de su sueño.

Y bañado en las aguas del Nervión,
hoy late en Barakaldo el corazón 
del más hermoso pueblo malagueño.


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